Lady Gaga no es un icono de moda. Ella es la moda.
Coreógrafos, maquilladores y demás responsables de su imagen artística se unen a fotógrafos y un largo etcétera.
Sin dejar de lado sus cualidades –gran voz, pegadizas canciones, contagioso carisma…-, uno de sus grandes méritos ha sido rodearse, sin prejuicios y con carácter visionario, de artistas que enaltecen sus cualidades. ¿Quién más podría tocar un piano creado por Damien Hirst? ¿Vestir un Armani Privé diseñado en exclusiva para ella?
Es inconcebiblemente buena representando su propio mundo.
Con 24 años, 8 millones de seguidores en twitter y un nuevo récord –su single Born this Way, con un millón de descargas en cinco días a través de iTunes-.
Sus colaboradores conocen bien el objetivo:
Por su excéntrico sentido estético y porque ha enseñado a una gran audiencia que ser y vestir diferente es algo fabuloso.
Gaga es hoy un icono. Aunque hay quien se atreve a corregir: Lady Gaga no es un icono de moda. Ella es moda.
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